NADIE ME VERÁ LLORAR, Cristina Rivera Garza
Joaquín Buitrago es un fotógrafo adicto a la morfina que en su juventud se dedicaba a retratar prostitutas y ahora retrata a los internos del Manicomio "La Castañeda". Ahí es donde se encuentra a Matilda Burgos, una mujer que conoció muchos años atrás en un prostíbulo. Matilda vivía en la tierra de la vainilla, Papantla, pero por desgracias familiares tuvo que emigrar a la capital a casa de un tío suyo, Marcos. El mundo de Matilda gira más rápido que lo que ella se imagina y termina siendo una mujer errante que teje su vida en dos sitios: un prostíbulo y un manicomio. Es interesante que la autora, realizó una tesis sobre la historia de este Manicomio, y plasma en e libro copia de varios de los expedientes clínicos de los internos, y ahí es donde encuentra el expediente de Modesta Burgos, a la que convirtió en la protagonista de esta novela. “Nadie me vera llorar” se decía Matilda, eran sus palabras de aliento que le servirían para no decaer y seguir adelante, superando las...